El primer mes del embarazo es el más importante. Notarás los primeros síntomas propios y cambios físicos como el aumento de tus pechos u otro tipo de cambios como por ejemplo: un sentido del olfato más sensible, la pared uterina se espesa, el cuello del útero se ablanda y la placenta y el cordón umbilical comienzan a formarse. En primer lugar lo más importante es que confirmes tus sospechas y una vez que sepas que te encuentras en tu primera etapa de gestación deberás tener en cuenta una serie de consejos para superar el primer mes del embarazo sin probblemas.
Durante el primer mes de embarazo podemos decir que el bebé comienza a desarrollarse:
- El óvulo fecundado o cigoto se implanta en la mucosa uterina.
- En cuatro semanas el bebé ya tiene corazón y estómago: comienza la organogenia, es decir, empiezan a formarse los órganos principales.
- No se pueden distinguir los miembros.
- Empieza a crearse el sistema nervioso.
- Comienzan a desarrollarse los órganos sensoriales. Aún sin ojos ni boca, ya hablamos del embrión.
- En esta fase, el embrión flota en la cavidad amniótica unido al exterior por el cordón umbilical en formación. Al final del primer mes de gestación, el bebé mide de dos a cinco milímetros.
Durante el segundo mes de embarazo puedes notar los primeros síntomas de las molestias matutinas, causados por la reacción a las hormonas del embarazo que inundan tu sistema y quizás experimentes un cansancio extremo por los cambios hormonales. Tu útero es como una naranja. Puedes notar que aumenta el tamaño de pechos y que tu cintura comienza a crecer. Dentro de ti, el cordón umbilical tiene su forma definitiva y el líquido amniótico protege al feto manteniendo la temperatura y facilitando sus movimientos.
El tercer mes de embarazo es una etapa especialmente sensible. Aunque el embarazo no sea todavía perceptible a primera vista algunas mujeres notan ya una leve forma en su vientre y sienten emociones muy intensas respecto al hijo que crece en su interior.
Aunque descienden las posibilidades de un aborto natural hay también una gran incertidumbre, pues las pruebas que se van a realizar determinan posibles problemas y en estos momentos la conexión con el hijo es muy intensa.
El embrión, con su cola y su aspecto indefinido parecido al resto de los seres vivos en la etapa anterior, se convierte en feto identificable por su forma como un ser humano. En la semana 11 sus brazos y piernas crecen y los huesos, aunque sean todavía flexibles, van endureciendose. En este mes se produce además de un crecimiento notable una diferenciación de los órganos y de los sentidos.
- Todos los sistemas y órganos están formados hacia la semana 12: estómago, hígado, pulmones, y páncreas. Los intestinos están formados y al final del mes ya estarán colocados dentro del abdomen del feto y éste, claramente unido por el cordón a la placenta. Aunque los órganos no estén en total funcionamiento ya son claramente distinguibles. Hacia la semana 12 los riñones empiezan a funcionar y el feto orina. También se forman los genitales.
- Brazos y piernas se definen claramente y hacia la semana 13, además de todos los huesos de las manos incluso aparecen las uñas en los deditos. La cabeza va definiendo su perfil humano, los ojos van ocupando su posición definitiva en el centro del rostro aunque no se abran todavía y se desarrolla el oido.
Notar las primeras pataditas del bebé es un signo de su buena salud. Los primeros movimientos fetales o patadas del bebé se suelen notar entre la semana 16 y 18 cuando se trata del segundo embarazo o posteriores y alrededor de la semana 19 o 20 cuando se trata del primer embarazo.
En esta etapa del embarazo, el desarrollo del bebé avanza, y el feto se mueve, patea, traga, y puede oír las voces del exterior. su piel es rosada y transparente.
La futura mamá sentirá más apetito a medida que las molestias propias del primer trimestre del embarazo, como las nauseas matutinas y los vómitos, van desapareciendo. Durante el segundo trimestre del embarazo, la embarazada podrá disfrutar plenamente de su embarazo ya se sentirá con más energía, podrá lucir su barriguita, pero no se sentirá tan pesada como en el tercer trimiste del embarazo. Gracias a esta agilidad podrá aprovechar para hacer ejercicio suave y llevar una vida llena de bienestar.
En el quinto mes de embarazo es característico el aumento de peso y los cambios anatómicos en la espalda y las piernas. En cuanto a los bebés, aumentan los movimientos percibidos por la madre y se aprecia una mayor actividad.
Suele haber un cambio en la zona de las caderas de la madre, con tendencia de las piernas a rotación externa (con las puntas de los pies mirando hacia afuera, en vez de hacia delante), lo que genera una forma de caminar característica de las embarazadas. Este gesto anatómico va preparando la pélvis para que permita un aumento de la cavidad que delimita y además va agrandando el futuro hueco de salida del bebé.
- Las sensaciones de que el niño se mueve mucho son muy acusadas porque se da una situación de equilibrio entre el tamaño del feto y el espacio que tiene a su alrededor. A partir de este momento, su crecimiento le irá limitando la libertad de movimientos.
- En este periodo, el bebé es especialmente sensible al estado de ánimo de la madre, por lo que hay que intentar que ésta viva un tiempo de relajación, satisfacción y bienestar.
Cada vez se notan más los movimientos del bebé e incluso se puede llegar a notar el hipo en graciosos movimientos rítmicos de la barriga. Cuanto más grande sea el bebé, lógicamente, más se verá y notará, por lo que será en siguientes semanas cuando se podrá grabar en vídeo la barriga en movimiento.
Los pechos siguen creciendo y las encías pueden ablandarse ligeramente y sangrar. El corazón trabaja con más intensidad de la normal bombeando más sangre de la habitual y el útero demanda una cantidad de sangre cinco veces superior a la que necesitaba antes del embarazo.
La piel cambia de color y puede parecer manchada. Esto sucede porque el aumento de estrógenos afecta a los melanocitos, que son las células que producen la melanina (que es la encargada de pigmentar la piel).
- A las 24 semanas el bebé mide unos 21 cm de largo (de la coronilla al trasero) y pesa unos 630 g. Su piel sigue siendo fina, pero ya no es traslúcida. Ahora es rojiza y algo arrugada, pues aún faltan por formarse algunas capas de grasa. Más o menos es en este mes cuando el bebé por fin abre los ojos.
- Las ondas cerebrales del bebé, son muy parecidas a las de un recién nacido. Se desarrollan células que controlan el pensamiento consciente y el bebé es mucho más sensible a los sonidos y a los movimientos.
Alrededor del mes 7 del embarazo, tu placenta transfiere anticuerpos de tu organismo al de tu bebé para que nazca con inmunidad a algunas enfermedades. El líquido amniótico disminuye. La parte de arriba del útero se palpa 5 cm por encima del ombligo, por lo que pueden aparecer dolores de espalda, ardores de estómago y respiración entrecortada.
Con el aumento de peso, que ahora es aproximadamente de siete kilos, el centro de gravedad cambia y también la capacidad de moverse con agilidad. Es preciso, por tanto, extremar las precauciones de accidentes o caidas.
- El feto ya mide unos 27 centímetros y pesa más de 1200 gramos. Ya tendría posibilidades de sobrevivir en caso de parto prematuro, aunque sus pulmones no estás todavía preparados para respirar aire y la regulación de su temperatura corporal sería deficiente.
- Los pulmones, eso sí, se están desarrollando rápidamente y expandiéndose. Empiezan a producir las substancias que les permitirán adaptarse al medio aéreo.
- El bebé chupa, se succiona el dedo, traga liquido aminiótico (está aprendiendo a mamar) y también estornuda y tose.
- Además da muchas patadas, incluso respondiendo a estímulos de sonido y movimiento.
A finales del octavo mes de embarazo, tu bebé medirá alrededor de 45 cm. y pesará cerca de 2300 gramos. Su piel va adquiriendo cada vez más pigmentación y se muestra de color rosado y, como consecuencia a la capa de grasa que se ha formado, con menos arrugas. La mayoría de fetos desarrollan durante esta etapa un ritmo para dormir. Suele ser un ritmo corto, en el cual alterna 40 minutos de sueño con estar despierto. Muchos bebés mantienen este ritmo durante sus primeros meses de vida. También ha encontrado su posición ideal para dormir, la cual también conservará tras del nacimiento.
En el noveno mes de embarazo, algunas mujeres ven sobresalir su ombligo como consecuencia de los últimos estirones de la barriga. Por otro lado, el bebé procede al encajamiento: se pone en posición fetal, con la cabeza en la parte inferior de la pelvis, y descansa en el cuello del útero. Pesa más que nunca y notarás que ejerce presión sobre la vejiga.
Durante el noveno mes de embarazo pueden aparecer hemorroides, varices e insimonio, tobillos hinchados, estrías, frecuentes ganas de orinar y aumento de la transpiración. Casi todas las molestias desaparecen con el alumbramiento. Sin embargo, en el caso de los problemas circulatorios, varices y hemorroides pueden permanecer.
Con respecto al bebé, en el noveno mes de embarazo, su piel ya no está arrugada y el lanugo se ha caido por completo. El bebé recibe anticuerpos de su madre y sus pulmones están preparados para funcionar en el exterior.
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