En verano para todos es sabido, que debemos extremar las medidas de protección solar, ya que los tiempos de exposición aumentan debido fundamentalmente por el aumento de actividades al aire libre, siendo esto aún más importante en la población infantil, que ya ha iniciado su periodo de vacaciones y por lo mismo se encuentra habitualmente en mayor riesgo de sobre exposición solar.
En este contexto, el Dr. José Luis Yáñez, Oftalmólogo de Clínica Bupa Antofagasta, nos entrega importantes consejos para cuidar nuestra vista en verano.
El especialista explicó que “debemos recordar que el sol tiene algunos efectos muy beneficiosos, como por ejemplo en la síntesis de vitamina D, lo cual es importante principalmente en la población infantil y también en la población de la tercera edad con osteoporosis, sin embargo la exposición directa al sol en las horas de mayor radiación, entre 11:00 y 16:00 hrs, conlleva un alto riesgo de daño cutáneo, que se traduce en envejecimiento prematuro, desarrollo de neoplasias cutáneas, quemaduras, entre otros, pero también de daño ocular”.
Además, Yáñez señala que “desde el punto de vista ocular, debemos considerar protegernos adecuadamente y evitar en lo posible realizar actividades al exterior en momentos de alta radiación solar. En el caso de los niños menores de 5 años, lo primero es tratar de que salgan a jugar fuera de la casa ojalá después de las 16:00 y en el caso de ir a disfrutar de la playa, tratar de hacerlo por la tarde, de que se mantengan en la sombra, usen sombrero de ala redonda que proyecte sombra sobre los ojos, ya que si bien existen lentes de sol para niños pequeños, habitualmente tienen una utilidad en la práctica muy reducida, ya que cuesta mucho que lo utilicen de forma apropiada”.
Yáñez destaca que “en niños mayores de 5 años, ya se puede enseñar el uso correcto de un lente de sol. Debemos procurar que el lente sea efectivamente apropiado para la edad del niño, comprobando que la forma, el tamaño y los materiales del lente, sean apropiados”.
Para finalizar el Dr. Yáñez, nos entrega las siguientes recomendaciones:
- Evaluar que tipo de exposición solar tendremos, ya que no es lo mismo, por ejemplo, realizar actividad de exterior urbana, que estar por ejemplo en la playa o en el campo o en la montaña. Para exposición intermitente de tipo urbana, debería bastar con un lente de sol de tamaño apropiado, que nos permita por ejemplo conducir sin disminuirnos la capacidad visual y caminar en la ciudad sin experimentar molestias con los brillos o deslumbramientos, probablemente un lente de sol con un tinte moderado a claro, sea lo más indicado ya que si es muy oscuro su tinteado, podría dificultarnos conducir un vehículo.
- En el caso de actividad costera o playa en cambio necesitaremos un lente probablemente más oscuro, que bloquee además de la radiación UV parte del espectro de luz visible, para hacer más confortable la visión en ambientes intensamente iluminados. En este sentido se perciben más cómodos aquellos lentes con tinteado más oscuro y también aquellos que tienen algunas otras propiedades como filtro de luz azul polarizado, o cubierta metalizada o espejados, que además de bloquear la luz UV por absorción del material, pueden hacer "rebotar" parte de la luz mediante el fenómeno de reflexión.
- Si usted usa lentes ópticos consultar con su oftalmólogo/a para verificar que su lente posea filtro UV y en lo posible evaluar la compra de un lente óptico de sol, que hoy son cada vez más asequibles y de gran calidad o si su oftalmólogo/a lo recomienda, podría indicarle lentes de contacto para poder utilizar un lente de sol convencional.
- Por último si presenta molestias oculares, ojos rojos, lagrimeo o alteraciones visuales, deberá consultar con su oftalmólogo/a para que determine el mejor tratamiento para su patología, no se automedique.
Tenemos que entender que un "buen lente" no es sinónimo de lente caro, muchas veces pagamos en exceso por un lente cuyo único atributo es que tiene una marca de algún diseñador famoso, sin siquiera evaluar que propiedades tiene ese lente.
El Dr. José Luis Yáñez, indica que un buen lente debe cumplir con 3 requisitos:
- Absorción de luz UV tanto UVA como UVB, esto es un requisito para todos los lentes vendidos en tiendas en Chile, independiente de que sean o no tiendas ópticas, ya que al no tener poder dióptrico, pueden ser vendidos en tiendas por ejemplo de ropa de playa, tiendas de deportes e incluso en tiendas con implementos de seguridad.
- Forma adecuada, es decir, que efectivamente el tamaño de los cristales sea suficiente para evitar que nos entre luz indirecta, ya que por ejemplo un lente con 100% de filtro UV pero plano y pequeño en realidad, podría estar bloqueando sólo un 60% de la luz que llega a los ojos, ya que parte de la luz puede llegar indirectamente al ojo desde los lados, desde arriba y por rebote en el suelo o arena, desde abajo. En este sentido los más apropiados son los tipos curvados o tipo lente de seguridad.
- Material apropiado, es decir, que no presente un riesgo frente a la actividad que queramos realizar, un lente con borde metálico o cristal de vidrio (mineral), será mucho más peligroso por ejemplo frente a un impacto, que un lente de armazón y cristal plástico (orgánico).
Si pensamos que el ojo es un órgano especialmente diseñado para captar la luz que nos rodea, podremos entender que se encuentra con un alto riesgo de daño por la exposición a la Luz UV. Además debemos entender que la luz UV, corresponde a aquella parte del espectro de luz que no podemos ver, pudiendo muchas veces producirnos un daño sin darnos realmente cuenta.
Frente a una exposición aguda intensa podemos presentar daño tanto en la conjuntiva (piel que cubre la porción blanca del ojo), como de la córnea o parte anterior del ojo, frente a exposición crónica y daño acumulativo tenemos la frecuente aparición de pterigion o carnosidades en los ojos, cambios de color en la parte blanca de los ojos por aparición de pigmentación en la conjuntiva (ojos de aspecto más amarillo en área expuesta o lunares en la parte blanca del ojo), neoplasias y cáncer tanto en conjuntiva, iris o retina, daño a nivel del lente cristalino (cataratas) o incluso en la retina (maculopatías, degeneración macular).