La llegada de la primavera, trae consigo hechos positivos, como la mejora del clima, pero también se avecinan las indeseadas alergias. Esta es una hipersensibilidad, que se tiene frente a un elemento que se ingiere, inhala o toca. Es una reacción inmunológica exagerada, ante un estímulo no patógeno para la gran mayoría de la población.
En Antofagasta, por ser una zona donde hay escasa vegetación, la alergia al polen no es la principal, siendo el ácaro, el protagonista. Este es un tipo de arácnido, que alcanza pocos milímetros de longitud. Los excrementos de los ácaros y ácaros muertos, se dispersan en un polvo fino que es inhalado por las personas que se encuentran en el lugar. Este elemento, se puede encontrar en cobertores de lana y alfombras, entre otros materiales que contengan orificios, por donde se pueda interiorizar el polvillo.
En este contexto, el Dr. Eduardo Vergara, Broncopulmonar de Clínica Bupa Antofagasta, explicó que “al hablar de alergias acá en Antofagasta, la que predomina es la del ácaro. Si la persona sabe que es alérgica, la clave está en prevenir. Debe consultar al médico antes de la llegada de la primavera para recibir el tratamiento oportuno y evitar las molestias y posibles consecuencias de las alergias”.
Como consejos, para paliar esta situación el especialista, agregó que “la alergia es hereditaria, si mi padre o madre la tiene, lo más probable es que yo también la tenga. Como consejos para las personas que sufren de este tipo de patologías que predominan más en la etapa primaveral, podemos recomendar, no tener alfombras o de tenerlas, asearlas seguido, ventilar constantemente el hogar, no tener cobertores de lana, ni almohadas de pluma”.
Es común que los síntomas de la alergia se confundan con los del resfriado; tos, estornudos, irritación de la garganta y congestión nasal. Sin embargo, es posible separarlos y distinguirlos.
En el caso del resfriado, los síntomas perduran más que los de la alergia y no son tan repentinos.
Una característica usual de ambos escenarios es la mucosidad. Cuando se trata de las alergias, se presenta de manera más líquida y transparente, mientras que en el resfriado tiende a ser más espeso y de color.
Además, es clave fijarse en los síntomas más típicos de la gripe como el decaimiento, el dolor de cuerpo y la fiebre, no así el caso de las alergias, ya que se centra más en temas que afectan al sistema respiratorio, sin presentar infección.
Para finalizar, la especialista recomienda no auto medicarse “si es la primera vez que presentas una reacción alérgica en primavera, lo mejor es que visites a un médico para que te recomiende el tratamiento adecuado”.