Con la llegada del verano y las altas temperaturas, la necesidad de ir a la playa o a la piscina para palear el calor, aumenta. En las playas encontramos a los salvavidas y estamos continuamente rodeados de otras personas que podrían ayudarnos en el caso de que nos estemos ahogando, por ende el peligro de sufrir una asfixia por inmersión disminuye. Los riesgos aumentan, cuando tenemos una piscina en la casa y dejamos a nuestros niños pequeños sin la supervisión de un adulto.
Con respecto a esta situación ¿Qué hacer en caso de asfixia por inmersión? El Dr. Ricardo Sepúlveda, Cirujano Pediátrico de Clínica Bupa Antofagasta, aconseja tomar las siguientes medidas:
- Saque lo antes posible al niño del agua.
- Si respira, póngalo de costado y llame una ambulancia.
- Si no respira, inicie de inmediato la respiración boca a boca y masaje cardíaco.
- No extraiga el agua de los pulmones o estómago; sólo demora la reanimación. Por mientras, pida a alguien que llame a Rescate.
- No le quite o cambie la ropa, la baja temperatura es una ayuda en este caso.
Para prevenir este tipo de accidentes, el especialista aconseja nunca perder de vista a los niños, “en las piscinas los niños siempre deben estar bajo la supervisión de un adulto, aún más cuando son bebes menores de un año. A los 3 minutos de asfixia por inmersión, de salvarse, los niños pueden quedar con daño neurológico de por vida”.