La pediatría es una especialidad médica que se ocupa de la salud de pacientes de edad temprana. Tiene la importante misión de diagnosticar enfermedades y entregar tratamientos para la recuperación adecuada de cualquier tipo de padecimiento. Además, tiene la función de realizar los seguimientos y revisiones necesarias para los niños, ayudando a prevenir, tratar y actuar a tiempo cuando sea necesario con el más alto nivel de atención.

Los principales objetivos de un médico especializado en pediatría es reducir la mortalidad infantil, erradicar o controlar las enfermedades tanto virales como infecciosas. Por eso, en Bupa Reñaca contamos con la experiencia de un equipo médico, profesional y técnico para el cuidado de los niños, que ofrece un plan de cuidado que se adapta a cada paciente, así como acceso a hospitalización pediátrica de primer nivel, de ser necesario.

• La elección del momento adecuado para realizar una cirugía programada, en pacientes pediátricos, puede contribuir de manera importante para lograr resultados óptimos con la intervención, a la vez que puede disminuir los efectos negativos derivados de la misma.
• Realizar la intervención quirúrgica en niños, en el periodo de vacaciones de éstos o de los padres, es uno de los momentos más adecuados donde programar una cirugía.
• Contribuye a una mejor preparación para el procedimiento, pudiendo disponer del tiempo necesario para asimilar y concientizar al niño sobre la cirugía a la que será sometido.
• Evita que se exponga a contagiarse, por contacto con sus compañeros, de resfríos, enfermedades febriles, respiratorias o digestivas, etcétera que hagan necesario suspender y postergar la intervención.
• No afecta las rutinas, responsabilidades y labores escolares normales del niño, de tal manera que no aumenta el stress del paciente, ni agrega preocupaciones extras por las actividades que debe postergar y luego recuperar, por la cirugía.
• Permite mejor adherencia al cuidado necesario durante el procedimiento quirúrgico y la etapa post operatoria, así como la asistencia a controles.

• Una intervención quirúrgica constituye un evento estresante en la vida de una persona y puede ser más acentuado en la población pediátrica por el grado de dependencia de esta población, la dificultad para entender el proceso y las limitaciones para recibir la información.
• El acompañamiento durante el proceso quirúrgico de un paciente pediátrico, por sus padres, familiares o personas que reconozcan como cercanos contribuye a que la experiencia del paciente y acompañante, así como el resultado de todo el proceso sea el mejor posible.
• El acompañante logra transmitir seguridad y familiaridad al niño, mejorando su disposición a las intervenciones del equipo de salud, aumenta su receptividad y tranquilidad en el proceso.
• Logramos involucrar a los acompañantes en todo el proceso quirúrgico y logran dimensionar de mejor manera la magnitud de la intervención y responsabilidad de los cuidados post quirúrgicos.
• La disminución del stress y ansiedad del niño favorece una mejor inducción anestésica y despertar de la misma. También disminuye los requerimientos farmacológicos para una óptima anestesia.
• • Disminuye la agitación durante la recuperación anestésica, disminuyendo también la percepción de dolor post operatorio, riesgo de sangramiento, complicaciones respiratorias y circulatorias.
• A mediano y largo plazo también disminuye el riesgo de síndrome de stress post traumático por la intervención, mejorando la disposición del niño para asistir a controles o recibir atenciones en salud a futuro.